Es cierto, la niña también soñaba con dragones; es solo que ella prefería sonreír a la luz del día y decir que sus sueños estaban llenos de princesas y de diamantes. Algún día, años después, le tocaría observar a sus dragones aunque no para matarlos, sino para convertirlos en los diamantes con los que soñaba que soñaba.
mayo 18, 2008
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1 comentario:
Eso es lo bueno que tienen los dragones, que dentro de sus escamas, llevan miles y miles de diamantes.
Y claro, sólo pueden encontrarlos los valientes.
Como tú, Vichi.
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