enero 07, 2008

Regalos de Reyes

Despertar en un día de sol con veintiséis grados de temperatura, tener tiempo para leer, sentarse en una silla plegable con vistas al mar y pararse a ver cómo se mueve el agua y vuelan las gaviotas, sentir el viento, el roce de la arena y escuchar el sonido de los árboles bailando. Tomar distancia, convertirse en un observador, reírse con ganas, disfrutar de unos ñoquis con verduras y albahaca y brindar con un vaso de vino blanco, sentir unos besos en el cuello, una caricia en el pelo, dar un masaje y hacer uno de las manos y tu cuerpo, escribir una historia, recibir el correo de un hermano. Descubrir por la noche una ventana en tu hogar desde la que se ve el cielo lleno de estrellas, y sentir que estás aquí.

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