agosto 21, 2008

Rumi





Gracias porque, sea o no cierto que viniste para hacerme recordar, el caso es que recordé.
Gracias por dejarme un libro entre manos, por quitarme el tapón de la garganta para que salgan todas las palabras que llevo dentro.
Gracias por enseñarme a mirar con curiosidad.
Gracias por despertarme también más ganas de jugar.
Gracias por tus posturas y por la ternura.
Gracias porque a pesar de que te has ido y nos has dejado hongos, esta mañana he descubierto en mi piel que el del pecho se había transformado en un corazón.
Gracias por dejar que te toque todavía en sueños, una noche y otra.
Por volver.

No hay comentarios: