marzo 04, 2008

Ser auténtico




El primer novio que tuve se llamaba Joaquín y era mi padre. Mi padre era el más guapo de todos, el más alto, el más listo, era el mejor, no había otro como él. El amor que sentía por mi padre lo llenaba todo -¡qué orgullosa iba a comprar caramelos de su mano!- y lo mejor, es que aún lo sigo sintiendo. Parece que el amor de niña se abandona a medida que uno crece, y puede ser cierto que en alguna época de mi vida así lo creyese, porque mi padre era la persona que se empeñaba en no dejarme salir hasta tarde con mis amigas y en hacerme estudiar. El tiempo, la vida, coloca cada cosa en su sitio y te ayuda a comprender las intenciones de los mayores. Gracias a esto, lo que siento ahora por mi padre es que es un héroe, un jefe, un gurú cuyo ejemplo de vida es digno de imitar. Le debo tantas cosas. Gracias a él sé apreciar el valor de la vida, gracias a él mi obsesión por disfrutarla cada día, por reírme, por gozar comiéndome un plato de cocido o una oreja en el Perchas, un paseo por la playa en un día de sol, la lectura de un libro. Y es que él se empeña cada día en recordármelo: "disfruta de la vida ahora que eres joven, hija". Disfruta, disfruta, ese es su mantra, junto con "¡a vivir que son dos días!". Ahora entiendo mejor porqué el sol se empeña en marcharse con él, porque elige su piel entre otras muchas. Mi padre es un contador de historias que se sorprende de que la gente sea capaz de escribirlas (Padre cómo podría convencerte de que es oro todo lo que llevas dentro). Es una sonrisa de dientes blancos caminando. Es un esfuerzo de superación y el enorme ejemplo de que todo es posible si uno quiere. Es el mayor ejemplo de que solo uno está en lo cierto cuando hace caso de sí mismo -si hubieras hecho caso de los médicos que lo ponían todo tan negro, pero no, te empeñaste y lo lograste, les mostraste que tu amor por la vida es mayor que cualquier tópico que se les ocurra-. Mi padre es un corazón latiendo con toda su intensidad. Un ser humano que sabe leer el corazón de los hombres, que me ha mostrado cómo hay que respetar a las personas y dar sin pedir nunca nada a cambio. Un ser sociable por naturaleza, una excelente persona. Alguien que me ha enseñado el valor de esforzarse para lograr lo que uno quiere, que ha dado otro sentido al sacrificio, a la persistencia. La persona más generosa que conozco. Pura vida y alegría. Un jefe que se lo ha montado mejor que nadie para vivir en plenitud. En fin, papá, que felicidades porque hoy es tu cumpleaños y porque estás más vivo que vivo. Felicidades, sobre todo, por lograr que cada día me sienta más orgullosa de ti. Eres un ser auténtico.


Cada día que pasa te admiro más, te quiero más y amo más a la vida.


¡¡Tú llegas a los cien con la gorra!! Feliz vida todos tus días.

4 comentarios:

carmen dijo...

Jovar!, Qué bonito! Qué majo papito, no? Qué preciosidad esto que has escrito, hermanita!Estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices. Menudo personaje está hecho el colega!

carmen dijo...

¡Hola! ¡Pues yo también aquí de nuevo! ¡A mí también me mola montonazo este post!

Pableras dijo...

De tal palo tal astilla. Felicidades y gracias Joaquín.

isabel dijo...

Precioso Viky, apasionante, lleno de amor de ternura, de admiración digno homenaje a quien te ha dado tanto, me ha gustado mucho, empieza la novela YA.!!!!.