octubre 03, 2007

Agua

Me alegra que la lluvia caiga hoy sobre nosotros. Podemos descalzarnos en el jardín y sentir que el césped mojado nos acaricia la planta de los pies y la hierba se cuela entre los dedos. También podemos desnudarnos y dejar que el agua nos empape el cuerpo y los huesos y nos inunde profundamente. Está en nuestras manos respirar hondo bajo la lluvia, abrir los brazos y dibujar con ellos media esfera por encima de nosotros. Y si nos entran ganas, podemos dar saltos y brincar y dejar que resbale por la piel todo aquello que ya no nos hace falta, y soltarlo de una vez. Podemos también dar gracias al cielo por el agua y oler cómo las flores hoy respiran mejor. Podemos alegrarnos de la lluvia y salir a la vida a mojarnos, sabiendo que, después del agua, regresaremos a casa aún más limpios.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡ay, lluvia gustosa!!

Emilio de FÉ dijo...

Que bela conexion ecxiste entre a lucidez e a sencibilidad, puramente emocion presente!
Suas palavras materializan, concretizam as estruturas e lhe ponen vida!
LLuvia-mojados-inunde profundamente-peil-pies...
Lindissima
Flávio

carmen dijo...

Pero mira que eres limpia, hija; así, así me gusta mi hermanita, bien limpita y desnudita en el jardín con la quimba toda rechupeteada como si fuera un chihuahua.
Mola, Bicho. Besitos.

allan dijo...

que lindo!