septiembre 12, 2007

Baile



Podría tomarte de las manos y ponerme a bailar contigo ahora mismo. Me descalzaría -el suelo está fresco- y dejaría que mis pies se deslizaran con libertad sobre el suelo para que lleguen a donde quieran llegar. Y podría bailar lo que queda de día y pasar la noche bailando y bailar viendo el amanecer. Podría bailar tú música, y podría bailar la mía. Lo que quieras: Wagner, Ariel Rot, Bunbury... Lo único que necesito para bailar hoy, es juntar mis manos con las tuyas y sentir cómo nuestros pies descalzos se mueven por el suelo a su gusto, hasta llegar a tocar lo que quieran tocar.