agosto 31, 2007

Juegos de niñas

Me gusta saber que también puedo enseñarte algo: a jugar a las cartas, a andar en bici por caminos asfaltados por los que también van coches, a escribir historias. Me gusta verte delante y que confíes en mi incluso para perdernos por los caminos. Es posible también, que por eso no me pierda. Me gusta jugar contigo a las cartas, montarme en la bici, hacerme dos coletas y sacar a pasear a la niña que llevo dentro. Me gusta que me recuerdes que está bien ser un poco traviesa, que se puede jugar a las cartas y, además, hacer alguna trampa. Me gusta ser tu cómplice, que aceptes todos los planes que te propongo, que te animes a crear personajes, que aceptes de nuevo mi juego. Me gusta recordar contigo que no hay que tomarse la vida tan a pecho ni dar importancia a las tonterías; y reírme todo lo que puedo y ver cómo te ríes todo el rato. Me gustaste desde el momento en el que supe que ibas a nacer y lo más probable es que me sigas gustando toda la vida.